Expertos subrayan el rol fundamental de la vitamina D para mantener una buena salud ósea

Madrid, 18 de febrero de 2015. La vitamina D es esencial para garantizar y regular el correcto funcionamiento de multitud de funciones en el ser humano, especialmente aquellas relacionadas con el adecuado desarrollo y mantenimiento de la masa ósea. Este nutriente está íntimamente relacionado con los mecanismos de mejora de la biodisponibilidad del calcio, y conjuntamente con otros nutrientes, como la vitamina K, contribuyen decisivamente a lograr su absorción y fijación en el hueso.

Sin embargo, y a pesar de su rol fundamental en la salud, su consumo en España no alcanza las cantidades recomendadas. Según ha subrayado el Dr. Nicolás Mendoza Ladrón de Guevara, profesor del Departamento de Obstetricia y Ginecología en la Universidad de Granada en el marco del XV Congreso Salud y Medicina de la Mujer (SAMEM), “la ingesta de vitamina D es inadecuada y se conoce que, a consecuencia de ello, hay una mayor frecuencia de enfermedades cardiovasculares, metabólicas y osteoporosis en mayores de 50 años como también, y de manera más concreta, en mujeres adultas”.

De este modo, el Dr. Mendoza ha señalado que “el colectivo con los mayores índices de prevalencia de enfermedades óseas sigue siendo el femenino, que supone un 66% por ciento de los pacientes tratados por este tipo de afecciones”. Por ello, ha incidido en la necesidad de sensibilizar a la población en la importancia de las vitaminas D y K como complementos indispensables a una adecuada ingesta de calcio, y que, conjuntamente con la práctica habitual de ejercicio y una alimentación equilibrada, sean los principales instrumentos para lograr una adecuada densidad ósea.

60% del calcio que se consume se elimina de forma natural

Y es que no todo el calcio que contienen los alimentos es asimilado por el cuerpo del mismo modo. La evidencia científica indica que la gran mayoría de minerales muestran ciertas interacciones con otros nutrientes, situación que puede favorecer su absorción o, por el contrario, provocar que sean eliminados por el organismo. Es lo que ocurre en el caso del calcio, ya que, tal y como demuestran diversos estudios, el 60% del calcio que se consume se elimina de forma natural.

Así, mientras que nuestro organismo absorbe el 32% del calcio que contiene la leche, en las almendras es el 21%, en las legumbres es el 17% y en las espinacas un 5%. Por ello, el Estudio EFICALCIO, en curso, tiene como objeto estudiar el papel de una leche con alto contenido de vitamina D en mujeres postmenopáusicas y su contribución en la mejora de los niveles de nutrientes esenciales para una buena salud ósea.

Mientras que las conclusiones finales del estudio se darán a conocer a lo largo de 2015, algunos datos preliminares apuntan a confirmar la idoneidad de este alimento, dentro de un estilo de vida saludable, como herramienta de prevención de patologías óseas como la osteoporosis.