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25 septiembre 2015

La alimentación en los primeros meses de vida, “ventana de oportunidad” para una buena salud adulta

La alimentación en los primeros meses de vida, “ventana de oportunidad” para una buena salud adulta
  • El primer año de vida es el momento en el que se realizan los mayores cambios en la dieta infantil, fruto del abandono de la lactancia materna y la progresiva introducción a los alimentos sólidos
  • Una adecuada planificación nutricional en los primeros 3 años de vida disminuye el riesgo de numerosas patologías en el adulto
  • Alimentos como las leches de crecimiento pueden ser una buena opción para alcanzar las ingestas recomendadas de nutrientes esenciales en esta etapa, como los ácidos grasos Omega 3 DHA o el Hierro

Madrid, 24 de septiembre 2015. La alimentación en los primeros meses de vida juega un rol fundamental para el adecuado desarrollo futuro del niño, ya que puede tener una influencia directa en el estado de su salud adulta. De hecho, algunos nutrientes como los ácidos grasos Omega 3 DHA, la vitamina D, el Hierro o el calcio juegan un papel tan relevante en diversos aspectos de la salud de los más pequeños, desde el desarrollo cognitivo y motor hasta la prevención de alergias, que asegurar una ingesta adecuada a las necesidades de esta etapa de la vida “ha de ser una prioridad absoluta tanto para los padres como para los pediatras”.

Así lo ha indicado el Dr. Federico Lara, Coordinador Científico del Instituto Puleva de Nutrición, en su intervención en el marco del XV Congreso de la Sociedad Española de Investigación en Nutrición y Alimentación en Pediatría (SEINAP) celebrado esta semana en Madrid, y en el que pediatras y especialistas en nutrición se han reunido para dar cuenta de los últimos avances en investigación en nutrición infantil.

De esta manera, el Dr. Lara ha subrayado que los primeros años de vida del pequeño son una verdadera “ventana de oportunidad”, ya que es en este momento cuando se realizan los mayores cambios en la alimentación durante la vida de un niño, fruto la introducción a la alimentación sólida y el abandono progresivo de la lactancia materna. “Existe una amplia evidencia científica que demuestra que, desde la gestación hasta los 3 años de vida, una adecuada planificación nutricional disminuye el riesgo de aparición de numerosas patologías durante la edad adulta”, ha indicado.

Omega 3 DHA, esencial en el embarazo y lactancia

Y es que la importancia de algunos nutrientes para un adecuado desarrollo, tales como el Omega 3 DHA o el Hierro, comienza mucho antes del nacimiento del niño, concretamente durante la etapa de gestación. “Es imprescindible que tanto durante el embarazo como en la lactancia, la madre aporte la cantidad suficiente de nutrientes esenciales para el desarrollo del bebé. En este sentido, es importante recordar que la leche materna es el único alimento con el que los lactantes pueden recibir nutrientes como los ácidos grasos Omega 3 DHA, fundamental en el desarrollo de las membranas del tejido cerebral y de la retina”, ha manifestado.

En este sentido, el Dr. Lara ha incidido en que, tras la fase de lactancia materna, “puede ser de interés recurrir a alimentos especialmente preparados para cubrir las necesidades infantiles en esta etapa, como las leches de crecimiento, ya que contienen más Hierro y DHA y, al mismo tiempo, que están más adaptados a las necesidades nutricionales del niño que la leche de vaca”.